CaNSaDa

Qué se puede seguir haciendo, en esta desesperada guerra. Cuando la guerra estalla, lo posible te revienta en la cara. Ahora toda esa gente que muere sin ton ni son. Y nosotros aquí sin poder hacer nada útil para que toda esta pesadilla se detenga. No basta nada.
¿Qué se puede hacer?
Matar, mutilar a todos estos locos que nos empujan a este abismo.
La locura se generaliza, se pierde los limites de la vida y la razón. Toda la lógica se agota y el ángel terrible del pavor se despierta. Y lo peor que lo mío es virtual, pero hay millones de personas que se encuentran enfrentadas a toda esta historia en carne, hueso y saaaaaaaaaaangre.
Estamos ya hablándole a los muertos, a los condenados los vemos por la TV. Se agitan en vano.
Condenados al horror y yo aquí sigo tomando mi té y mis tostadas. NO es asunto que me sienta culpable, pero me siento implicada en toda esta historia de mentiras que han levantado. No es virtual, es la falsedad que permite rayar de la vida a millones de vidas.

Amarga vida. Son solo desechos, parias con sus puños duros, con ojos como piedras. Y en la hora de su muerte se levantan como árbitros del horror.