Pobre muchacha enamorada de
la luna
Ir por la vida tranquilo y degustar
los diferentes sabores de las cosas
Flores blancas en la mesa
gatos de dos ojos
llamas por las ventanas
Aguas tibias para calmar
los sinsabores y "simbades"
Cómo se puede seguir caminando
el cataclismo aquel
de miradas enmarañadas
Sentirse despierto en los sueños
sueños sin sabores
de los últimos días
Sin soñar
suelo
mirar por entre los tabiques
de las cosas y
imaginando
que esta diarrea
no tiene fin
Se van lejos y no llegan
más...
sábado
martes
Despierta, despabila
arrúgate por las mañanas
y ven a decir
tus presdigitaciones
para poder comenzar
el día con sus cosas
Pellizca fuerte los dedos
reten la respiración
Desobedece a los chicos
ven a mirar
la rajadura
de mi vida
deja los despidos
Ven levanta el anda
detén la vida inmisericorde
Acuérdate con los olores
olores que me atacan
las esquinas de la niebla
no se ve claro,
sólo se huele
Cada uno es (como)
una herida abierta
futuro
promesa sin destino
sabor desconocido
peligro inminente
Van de acá para allá
sin pensar
irresponsables
golpeando a todos
Aroma sin más
presentimientos pasados
promesas sin respuesta
Cambiar en leve
el curso de los acontecimientos
venir e ir
lejos, muy lejos
(sin detenerse volver a tu vida
de mariano)
Te dejo en una plaza
sin detenerse se vuelve
al cauce natural de los
acontecimientos
Dejarse ir al presentimiento
Abandonar la vida
Subirse a un sueño
Volar, volar, volar
Ángel remiso de faltas
inmaculado por las señas
El agrio sabor de los
muchachos
La simpatía dispensada
por los ingentes muchachos
de las calles
- Irresponsable sonriente-
Quisiera encontrar en los recodos
de sus caminos una valiente
escapatoria para estos días
sin nombre y sin sol
Me atormenta el café c/leche
la acidez me deforma las esquinas
El abdomen
me adormece las historias
El lápiz se cansa y
fatiga en cada línea
quisiera ir lejos…
llegar al horizonte
y de ahí enviar
largos telegramas
llorar por los teléfonos
pidiendo canela y arroz
El juego de los muertos
me llama por entre
las clavijas